Llegamos a Qamaq de casualidad, paseando por la zona no tan turística de Cusco, nos capturaron sus buganvillas y decidimos entrar. Nos atendieron muy bien, y nos trajeron la hamburguesa Waylaka y un caldito Criollo realmente apetecibles; acompañamos con unos pisco sours de primer nivel. El rock de los 80s en el ambiente, la decoración y el trato nos hicieron sentir en privado y lejos de las miradas del centro histórico.. Al final nos pedimos la tortita de chocolate muy agradable pero que no entró en las fotos. Gracias a Yhanto y todo el equipo de Qamaq, volveremos.
Deliciosa la comida y estupendo el lugar... Lo recomiendo 👍
Precios accesibles , el local es muy tranquilo y está bien decorado , buena música y sobretodo buena atención
Muy buena comida local con variedad de platos típicos, la ambientación muy bonita y sobretodo buena sazón.
Precios accesibles