Pésima atención, hay moscas dentro de la vitrina de dulces, son cochinos y el señor con sobrepeso incluso de bota de su local cuando le pides a su personal que se eche alcohol.
Típica panadería de barrio en la que se encuentran una variedad de panes aceptable y además se puede conseguir postres, fiambres, embutidos y alimentos para el desayuno.La atención es aceptable y se puede comprar desde la mañana hasta las 11 de la noche.En las mañanas se puede conseguir tamales en la puerta de la panadería y que siempre se encuentra a una persona que vende este producto.
Toda variedad de panes, pastelillos y afines. Buenos precios.