Un buen lugar para caminar, muchas tiendas, y una gran variedad de productos para observar. Los precios son comodos, la calidad va acorde al precio, tienen para entretenerse un buen rato, sobre todo en las tiendas de productos de la India.

Si quieren comer un buen chifa con una excelente atención en un ambiente agradable y con un excelente sabor les recomiendo este chifa. Tiene precio desde 13 soles. Atención A1

Este es un excelente chifa, enpezando por la atención una linda venezolana que conoce todos los platos, muy buena cocina y el local estupendoVolvería todos los días

Solo Se puede comer un buen chifa en unos de los restaurantes con buena atención el resto de restaurantes son malos.

Lugar cerca de la plaza de armas... tranquilo

Locales de comida con buena atención

Esta es la historia del nombre de una tradicional y antigua calle de la Lima colonial, descrita con gran detalle por el historiador Juan Bromley Seminario.Petateros (actual Pasaje Olaya)Denominado en 1613: “Callejón de los Sombrereros”. Del origen de la apertura de este callejón o pasaje no se tiene noticia histórica. En dicho año 1613 el principal comercio de este pasaje era el de sombreros. Allí tenían sus obrajes de ellos Antonio Velásquez y Antonio de Herrera. Se llamó también Callejón de la Cruz, en época remota, porque en su salida hacia la Plaza Mayor había levantada una cruz frente a la cual se ajusticiaba a los reos condenados a la pena capital.Callejón de los Mercaderes fue otro de sus nominativos porque allí tuvieron establecimientos — algunos también con frente a la calle de Mercaderes — comerciantes de los más acaudalados de la ciudad. Eguiguren narra que cuando las fiestas que se hicieron en Lima en 1619 en honor de la Inmaculada Concepción de María, los mercaderes del Callejón de la Cruz arreglaron su calle, y que, “en la entrada que salía a Petateros y en la entrada por la Plaza colocaron sendos altares de tres cuerpos con una imagen de la Virgen que quedaba al pie de una gran cruz que sobre un arco toral era devoto humilladero de aquella calle”.Otro nombre de este pasaje fue Callejón de los Clérigos, suponemos que por haber existido en él viviendas de religiosos de las iglesias aledañas. Ya desde fines del siglo XVIII se denominó Callejón de Petateros. Luego, en la centuria vigésima, se llamó Pasaje 28 de Julio.Finalmente tomó el nominativo de Pasaje Olaya, en homenaje al héroe patriota chorrillano José Olaya, ajusticiado en la época de la independencia por los realistas frente al entonces Callejón de Petateros.

Es un lugar dedicado a uno de los más humildes y sencillos héroes que dieron su vida por la independencia peruana. Se trata de un humilde pescador que nadaba del Callao a Chorrillos para contribuir a la causa emancipadora llevando las cartas de los que luchaban por la independencia.

Buen lugar para comer