Me encanta esta casa hogar, no tiene comparación, se siente el calorcito del Señor. si algún día tengo que estar en una casa hogar, me gustaría que fuera aquí., hay misa todos los dias, las monjitas se encargan de dar las medicinas, estan pendientes de cada una de ellas, tienen bastantes actividades, a veces tv, otras bordan o pegan , cantan, hay actuaciones en las que participan todas las personas que están allí, aunque estén en silla de ruedas, o no puedan hablar bien, les celebran sus cumpleaños y son fiestas, no se imaginan las caritas de las personas, no es como en otras casas que te sientan en un mueble y te quedas allí todo el día, aqui hay movimiento continuo, las hacen sentir activas. una linda experiencia visitarlas.
¡La atención y los cuidados que brindan las hermanas de la piedad es de primera! El único inconveniente es la zona en que se encuentra, relativamente insegura.
Cuando fui , enserio me puse a llorar. Pero es muy hermoso ir y compartir con ellas una linda tarde.. 😊😊😊😊